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Entrenando “lo supuesto”

por Editorial

[vc_row rt_row_background_width=»default» rt_row_style=»default-style» rt_row_borders=»» rt_row_paddings=»true» rt_bg_effect=»classic» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»cover» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll» rt_bg_video_format=»self-hosted»][vc_column rt_wrp_col_paddings=»false» rt_border_top=»» rt_border_bottom=»» rt_border_left=»» rt_border_right=»» rt_border_top_mobile=»» rt_border_bottom_mobile=»» rt_border_left_mobile=»» rt_border_right_mobile=»» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»auto auto» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll»][vc_column_text]“Entrenando Artes Marciales forjas el carácter”, “las Artes Marciales no sólo entrenan el físico, sino también la mente y el espíritu”. 

Esta es una idea que he escuchado, con estas u otras frases similares, miles de veces. Y no lo pongo en duda, especialmente porque lo he vivido en primera persona, y lo he observado en multitud de practicantes de Artes Marciales.

Pero es algo que, en la mayoría de las ocasiones, no se realiza de manera consciente y programada, simplemente “se supone” que va implícito en la práctica.

 

¿Pero este “supuesto” se consigue siempre? ¿Se obtiene el máximo beneficio que puede aportar? ¿Podríamos mejorar la velocidad, magnitud y calidad de esta impronta? Personalmente creo que podemos, y debemos, hacer bastante.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row rt_row_background_width=»default» rt_row_style=»default-style» rt_row_borders=»» rt_row_paddings=»true» rt_bg_effect=»classic» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»cover» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll» rt_bg_video_format=»self-hosted»][vc_column width=»1/2″ rt_wrp_col_paddings=»false» rt_border_top=»» rt_border_bottom=»» rt_border_left=»» rt_border_right=»» rt_border_top_mobile=»» rt_border_bottom_mobile=»» rt_border_left_mobile=»» rt_border_right_mobile=»» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»auto auto» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll»][vc_column_text]El entrenamiento de algunas disciplinas marciales y deportes también desarrolla, entre otras, la velocidad, el equilibrio, la agilidad y la fuerza.

Sin embargo, estas capacidades físicas se entrenan actualmente de manera complementaria, a fin de mejorar los resultados.

De igual manera, podemos entrenar de forma específica los aspectos actitudinales, emocionales, motivacionales, etc. que harán de nosotros y/o de nuestros alumnos, mejores artistas marciales, llegando mucho más lejos y en menos tiempo que de no hacerlo.

De nada sirve enseñar técnicas de defensa personal si no conseguimos que puedan utilizarlas en el momento necesario, simplemente porque no son capaces de responder a una agresión.

De nada sirve enseñar técnicas de defensa personal si no conseguimos que puedan utilizarlas en el momento necesario. Simplemente porque no son capaces de responder a una agresión, bien sea porque se bloquean por el estrés o el miedo, bien porque no focalizan la atención necesaria para una respuesta, o bien por un carácter poco “agresivo”.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″ rt_wrp_col_paddings=»false» rt_border_top=»» rt_border_bottom=»» rt_border_left=»» rt_border_right=»» rt_border_top_mobile=»» rt_border_bottom_mobile=»» rt_border_left_mobile=»» rt_border_right_mobile=»» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»auto auto» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll»][vc_column_text]Seguro que conoces a muchos compañeros o alumnos a los que les ocurriría esto, a pesar de muchos años de entrenamiento,  o que no “dan la talla” en los combates en clase, y no precisamente por falta de conocimientos técnicos.[/vc_column_text][vc_single_image image=»1604″ img_size=»full» alignment=»center»][vc_empty_space height=»50px»][vc_column_text]El conocimiento que no podemos aplicar no es tal, sino simplemente información. La obligación de cualquier monitor, instructor, maestro o entrenador es facilitar la asimilación de los conocimientos para que puedan ser útiles.

Y en la puesta en práctica de habilidades y conocimientos marciales, es fundamental el estado mental y emocional. Lo que algunos llamaron el “espíritu” marcial o guerrero.

El conocimiento que no podemos aplicar no es tal, sino simplemente información.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row rt_row_background_width=»default» rt_row_style=»default-style» rt_row_borders=»» rt_row_paddings=»true» rt_bg_effect=»classic» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»cover» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll» rt_bg_video_format=»self-hosted»][vc_column width=»1/2″ rt_wrp_col_paddings=»false» rt_border_top=»» rt_border_bottom=»» rt_border_left=»» rt_border_right=»» rt_border_top_mobile=»» rt_border_bottom_mobile=»» rt_border_left_mobile=»» rt_border_right_mobile=»» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»auto auto» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll»][vc_single_image image=»1605″ img_size=»full»][vc_column_text]

Entrenando con diferentes estados

En realidad, son fundamentales los diferentes “estados” necesarios en la ejecución de las Artes Marciales, ya sea durante el entrenamiento, en un combate deportivo o en la defensa personal.

Diferentes “estados” o “modos”, como me gusta denominarlos para una mayor comprensión especialmente entre los más jóvenes, utilizando la metáfora del teléfono móvil.

Activamos un “modo” avión o silencioso, y automáticamente la configuración se adapta para el funcionamiento adecuado a las necesidades del momento, afectando a diferentes sistemas, como pantalla, sonido, consumo, etc.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″ rt_wrp_col_paddings=»false» rt_border_top=»» rt_border_bottom=»» rt_border_left=»» rt_border_right=»» rt_border_top_mobile=»» rt_border_bottom_mobile=»» rt_border_left_mobile=»» rt_border_right_mobile=»» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»auto auto» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll»][vc_column_text]De igual manera, un estado implica actitud, atención, mirada, disposición corporal, etc. específicos para la situación.

No requiere el mismo estado o modo afrontar una amenaza de agresión en la calle, estudiar a un adversario en combate, sobreponerse al agotamiento o errores en competición, o ejecutar un kata/kuen/tao/forma por citar algunos.

E incluso no sería el mismo estado/modo en diferentes formas. De hecho, cuando vemos a algún practicante realizar una forma sin el estado o modo adecuado, percibimos que no está correctamente ejecutada, o que los movimientos “no tienen vida”.

Es necesario identificar los diferentes modos que deben activar los alumnos en función de las necesidades de cada situación.

Por ello, creo que es necesario identificar los diferentes modos que deben activar los alumnos en función de las necesidades de cada situación.

Definir los componentes de cada modo, foco atencional, actitud, disposición corporal, emociones, valores…

Y programar el entrenamiento de estos modos, adecuándolo a los diferentes alumnos, ya que cada uno deberá reforzar algunos elementos necesarios para cada modo. Unos requerirán más autoconfianza, otros tranquilidad, otros rabia, otros captación de información del entorno, etc.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row rt_row_background_width=»default» rt_row_style=»default-style» rt_column_placement=»middle» rt_row_borders=»» rt_row_paddings=»true» rt_bg_effect=»classic» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»cover» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll» rt_bg_video_format=»self-hosted»][vc_column width=»1/2″ rt_wrp_col_paddings=»false» rt_border_top=»» rt_border_bottom=»» rt_border_left=»» rt_border_right=»» rt_border_top_mobile=»» rt_border_bottom_mobile=»» rt_border_left_mobile=»» rt_border_right_mobile=»» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»auto auto» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll»][vc_column_text]

Los distintos modos de entrenamiento

Personalmente he introducido mucho este entrenamiento en defensa personal, para cambiar el “modo víctima”, por el “modo superviviente” en muchas personas, con unos resultados muy satisfactorios.

También para activar el “modo alerta” ante posibles agresiones por parte de ciertos colectivos. E igualmente para el entrenamiento de los competidores, donde la individualización del entrenamiento es especialmente necesaria.

Existen métodos y herramientas muy adecuadas para este trabajo, que abordaré en futuros artículos.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″ rt_wrp_col_paddings=»false» rt_border_top=»» rt_border_bottom=»» rt_border_left=»» rt_border_right=»» rt_border_top_mobile=»» rt_border_bottom_mobile=»» rt_border_left_mobile=»» rt_border_right_mobile=»» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»auto auto» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll»][vc_single_image image=»1606″ img_size=»full» alignment=»center»][/vc_column][/vc_row][vc_row rt_row_background_width=»default» rt_row_style=»default-style» rt_row_borders=»» rt_row_paddings=»true» rt_bg_effect=»classic» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»cover» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll» rt_bg_video_format=»self-hosted»][vc_column rt_wrp_col_paddings=»false» rt_border_top=»» rt_border_bottom=»» rt_border_left=»» rt_border_right=»» rt_border_top_mobile=»» rt_border_bottom_mobile=»» rt_border_left_mobile=»» rt_border_right_mobile=»» rt_bg_image_repeat=»repeat» rt_bg_size=»auto auto» rt_bg_position=»right top» rt_bg_attachment=»scroll»][vc_column_text]Y sí, hay que planificar y entrenar esto, ya que son aspectos que pueden mejorar con el entrenamiento. E igualmente hay que planificar el trabajo de los valores, y no “suponer” que la Artes Marciales educan en valores.

Y la tolerancia al estrés, tanto en competición como en la calle, y la toma de decisiones basada en una buena captación de información, y la adecuación de las tácticas a las necesidades del combate.

Así como otros tantos “supuestos”, que algunos adquieren con facilidad, casi como si viniera “de fábrica”, y otros no desarrollan apenas a pesar de muchos años de entrenamiento.

Este entrenamiento en defensa personal, para cambiar el “modo víctima”, por el “modo superviviente” en muchas personas, con unos resultados muy satisfactorios. También para activar el “modo alerta” ante posibles agresiones por parte de ciertos colectivos.

Iremos tratando algunos de estos temas, y cómo mejorarlos en próximos artículos. Y es que si puedo ayudar a mis alumnos a recorrer el camino mucho más rápido que yo, trasmitiendo y permitiendo ese aprendizaje de la experiencia, estaré más cerca de que sean mucho mejores que yo, que es mi propósito.

Y si algún otro aprovecha también este trabajo, me hará muy feliz.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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